Otro cursito piloto
Cual tómbola de feria, otro curso más, otras nuevas realidades, otros protocolos, otra ley, ya son ocho, y otra vez comenzamos el curso, alumnos y docentes, mirando las papeletas que nos han dado, a ver a quién le toca el llavero, el perrito piloto o quién se lleva la bicicleta. En este reino de Taifas en que se ha convertido la educación, depende de dónde vivas, dónde trabajes o quién gobierne, mejor dicho, se aplicarán unos criterios u otros, para evaluar o promocionar, acceder a listas de interinidad, cobrar más o menos, disfrutar de distintas licencias y permisos, dotar a los centros con más o menos docentes, y hasta se utilizarán distintos sistemas métricos, con el mismo metro, ya saben que para algunos los centímetros siempre miden lo mismo y las distancias no existen si el ahorro es bueno.
El último ejemplo de una Ley Orgánica desorgánica es la evaluación en la ESO. Mientras el borrador pretende quitar las recuperaciones, varias comunidades ya han dicho que no lo aplicarán, Madrid, País Vasco, Murcia, Galicia, Castilla y León o Andalucía, que no es poco. Independientemente de que usted esté de acuerdo o no, coincidirá conmigo que estas diferencias entre comunidades sobre todo en estudios superiores, crean desigualdad de oportunidades entre alumnos de distintas regiones cuando lo que se le presupone a una Ley Orgánica es lo contrario.
Previamente ya comenzamos el curso con disparidad de criterio en cuanto a las ratios, lo que se ha venido a llamar refuerzos COVID. Mientras unas comunidades contratan miles de docentes más con el extra presupuestario del Gobierno Central, otras obvian sus plantillas y alguna hasta la merma, nunca treinta centímetros dieron para tanto.
Pero el sorteo acaba de empezar, con una Ley no desarrollada aún en muchos de sus articulados y que a buen seguro seguirá creando más brechas entre comunidades, norte y sur, que acercando los caminos entre ambos.
Y es que no tenemos remedio o no queremos remediarlo que también puede ser, bien porque les toca, bien porque les puede tocar, bien porque con ello pueden mercadear para que a todos les toque algo o que algunos no les pueda tocar nada. Lo cierto es que todos los grupos parlamentarios tienen la solución, un pacto educativo entre todas las fuerzas políticas, pero qué casualidad, que siempre es la solución cuando no se está gobernando. Mientras no se alcance ese ansiado pacto que de estabilidad al sistema seguiremos teniendo Leyes sin ley.
En fin, abran sus boletos y comprueben sus premios, a Juanito le ha tocado cuatro suspensos y quince compañeros, pero su prima, la no tan lejana, ha tenido menos suerte, dos y treinta.
Saturnino Acosta