Ser o estar, esa es la pregunta


06 Mar, 2021

 

Con el mismo dilema nos levantamos los docentes todos los días. ¿Somos o sólo estamos? Nuestras Administraciones educativas otrora orgullosas por el papel desempeñado por los docentes en modalidad online durante la pandemia, tornan dicho éxito en fracaso ante la necesidad de la conciliación familiar de los ciudadanos, no de todos los ciudadanos, porque para los docentes “a la escuela, se viene ya conciliado”.

Mientras nos dejábamos los ojos frente a una pantalla de ordenador, duplicábamos las horas de trabajo, contestábamos cual teléfono de la esperanza las 24 horas al día, adaptábamos
nuestras programaciones, regalábamos a la “Educación” nuestros recursos y datos, entonces para las administraciones y familias éramos docentes, el transmisor de conocimientos, el
educador, la piedra angular del sistema educativo. No estábamos en los centros, pero más que nunca, nuestra profesión y vocación era valorada en su justa medida. Ser y no estar.

A día de hoy, con unos datos que triplican aquellos que motivaron el confinamiento, con unas restricciones y limitaciones que no se aplican a la escuela, hemos dejado de “ser” esos maravillosos y vocacionales docentes, ahora sólo se nos exige estar, y de paso, si “Filomena, Ignacio, Hortensia o la próxima Robustiana o Robustiano” no nos congela, ser.

Una pena, que diría alguno. Hemos pasado en menos de un año de pescadores de almas, almas educativas, a vigilantes de puerto, cuidadores de patio.

Los docentes somos los únicos profesionales para los que las restricciones no existen, como si el virus no fuera con nosotros. Ni cierre perimetral, ni grupos de seis personas del mismo ámbito
familiar, los colegios e institutos son seguros, porque como dice el refrán, consejos vendo que para los docentes no tengo.

Con miedo, con mucho miedo, volvimos a las aulas en el peor momento. Miedo que ahora también tienen familias y alumnos. Pero hartos de repetir sin salud no hay economía, en educación es al revés, la economía antes que la salud.

La presencialidad es la deseable. Por supuesto. ¿Pero se han puesto las medidas para que ni alumnos, familias y docentes tengan ese miedo a la vuelta a las aulas?

Se han pedido cribados masivos a docentes y alumnos. No, salvo alguna honrosa excepción. Se les ha pedido segunda PCR negativa a los reingresados a las aulas. No. Rebajar las ratios a quince. No. Personal de apoyo a los centros para no romper los grupos burbuja. No. Sustituciones inmediatas para evitar la entrada de tres cuatro docentes en el mismo aula el mismo día. No. Medidas de conciliación familiar para aquellos docentes que tienen hijos confinados y pudieran ser transmisores. No. Filtros HEPA. No. Medidores de C02. No.

Abrir ventanas, y clases como si fuera primavera del 84.

No señores, estar puede cualquiera, ser, es bastante más difícil y aunque lo deseable es ser y estar, si no se puede, es mejor ser, no vaya a ser que dejemos de estar.

Saturnino Acosta García, Presidente de ANPE Cáceres