Se cumplen 100 años de la publicación de Economía y Sociedad, la obra del sociólogo alemán Max Weber en la que se instauran las bases de la burocracia moderna como sistema de organización del poder público que permita la modernización de las instituciones públicas buscando su neutralidad. Sin embargo, aunque a nivel teórico, la burocracia es el mejor sistema de organización del trabajo, ya que asegura el trato equitativo de las instituciones públicas, este sistema es una fuente constante de controversia e insatisfacción, ya que la rigidez del sistema burocrático cohabita mal con la necesidad de flexibilidad y adaptación a los cambios de una sociedad en constante evolución.
Trasladando esta controversia a la realidad de los centros educativos, es una realidad ostensible el aumento de la carga burocrática producida durante los últimos cursos académicos que no redunda en una mejora de la calidad educativa, hasta llegar a convertirse en un mal endémico de nuestro sistema educativo que obstaculiza los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Algunas de las causas de exceso de burocracia que estamos sufriendo son los siguientes:
- La inestabilidad del sistema educativo, que provoca que, cada vez que hay un cambio de gobierno se produzca un cambio en la Ley Orgánica de Educación y los consiguientes cambios en los desarrollos normativos, desde las programaciones de centro y departamento hasta el modo de evaluación.
- La infradotación de plantilla docente que están realizando las administraciones educativas, prefiriendo cerrar líneas en lugar de disminuir la ratio, provoca que haya profesorado que atienda a más de 250 alumnos, con la carga burocrática que ello produce.
- La infradotación de la plantilla de personal de administración y servicios en los centros educativos implica la sobrecarga de trabajo de los equipos directivos, que se ven obligados a asumirla para asegurar el buen funcionamiento de aquellos.
- La digitalización realizada por las administraciones educativas, con mayor o menor fortuna, suele producir grandes pérdidas de tiempo en el desarrollo de las tareas burocráticas, debido, entre otras cosas, a sus interfaces poco intuitivas y a las dificultades de conexión en momentos de alta demanda por el colapso de los servidores.
Recientes estudios demoscópicos estiman que dos de cada tres docentes dedican más de cinco horas semanales a labores de tipo burocrático. La inclusión de estas horas en el horario del profesorado supondría el aumento de profesorado que permitiría la mejora en la atención individualizada del alumnado con la creación de refuerzos educativos, pero, en lugar de esto, la administración se desentiende, amparándose en el horario no regular, para que estas tareas burocráticas sean realizadas a pesar de excederse del horario laboral. Asimismo, la práctica totalidad de los docentes consultados consideran excesiva la burocracia a la que están sometidos y dudan de que la ingente cantidad de informes elaborados sean analizados en instancias superiores.
Por todo esto, desde ANPE consideramos que es el momento de replantear las tareas burocráticas inherentes a la profesión docente que nos permitan priorizar la atención a nuestro alumnado. Para ello, reclamamos a las administraciones educativas:
- Estabilidad normativa que permita la perdurabilidad en el tiempo de las programaciones realizadas por los centros y el profesorado.
- La bajada de ratio y el refuerzo de plantillas docentes que disminuyan también el número de alumnos a atender por cada docente.
- La dotación de personal de administración y servicios a tiempo completo en todos los centros para aliviar las tareas administrativas de los equipos directivos.
- La unificación y simplificación de la documentación a realizar y la creación de entornos virtuales accesibles que faciliten el manejo por parte del profesorado aún en niveles bajos de Competencia Digital Docente.
- El aumento de horas de coordinación y acción tutorial que permitan realizar las tareas burocráticas dentro de nuestro horario de trabajo regular para facilitar la conciliación de la vida familiar.
Es absolutamente imprescindible que se establezca un Pacto por la Educación que recoja estas demandas que son ya un clamor entre la comunidad educativa. Por eso, desde ANPE, exigimos MÁS DOCENCIA Y MENOS BUROCRACIA.